- Lechuga hoja de roble o similar
- Rúcula (al gusto)
- Fresa10
- Mozzarella fresca en formato mini8
- Palta 1
- Arándanos (al gusto)
- Semillas de sésamo (al gusto)
- Aceite de oliva virgen extra45 ml
- aceto balsamico15 ml
- Miel5 ml
- Sal
- Pimienta negra molida
Lavamos las hojas de lechuga para retirar los posibles restos de tierra. Escurrimos y secamos bien. Retiramos la parte dura de cara hoja, quedándonos solo con lo verde. Disponemos sobre la base de dos platos y, sobre ellas, colocamos unas hojas de rúcula (cantidad al gusto). Preparamos una vinagreta con el aceite, vinagre, miel, sal y pimienta y condimentamos las lechugas, reservando un par de cucharaditas para el final.
Lavamos las fresas, retiramos las hojas y el pedúnculo y cortamos en cuartos. Escurrimos las bolitas de mozzarella sobre papel absorbente y las cortamos por la mitad.
Cortamos la palta longitudinalmente, retiramos el cuesco y la cáscara. Laminamos cada mitad y las colocamos en el centro de los platos, sobre la rúcula. A ambos lados colocamos las fresas, la mozzarella y unos arándanos, que aportan un toque dulce estupendo. Decoramos con los piñones tostados y semillas de sésamo. Regamos con una cucharadita de vinagreta y servimos inmediatamente.